Mi curiosidad por Mar de niebla

Blanca Cañedo-Argüelles Gallastegui.
Su equipo directivo, con Héctor Colunga, Eva Tirado y Roció Álvarez me fueron contando, en un ”resumen “que luego he aprendido que no dura menos de tres horas , la ingente tarea que la entidad desarrolla, sus recursos, sus profesionales, voluntarios…
En ese tiempo iba notando como de las plantas de mis pies surgía un cosquilleo que me iba enganchando al pavimento. Tardaría poco tiempo en darme cuenta que esas raíces se irían desarrollando en la medida que me iba impregnando de un proyecto en el que sus resultados son la respuesta a un elaborado plan. Un plan en el que la participación, la delimitación de objetivos, la dinamización y evaluación son su fuerza.
Y recibimos el abono imprescindible de quienes nos premian, quienes nos agradecen con sonrisas y abrazos lo que hacemos y nos dan recursos para seguir.

Hablar de Mar de Niebla es llenarse de imágenes de participantes que nos aportan, desde sus necesidades, las preguntas y respuestas a cómo hacer de este mundo un espacio más igualitario.
Del voluntariado que aporta conocimientos y tiempo de aprendizaje y ocio.
De profesionales forjados en aulas y que evolucionan en la práctica diaria con buen ánimo y trabajo en equipo.
De quienes nos visitan para aprender juntos, para aportarnos propuestas y recoger nuestras ideas.
Y sobre todo, porque creo que sin su dirección, sin su capacidad para aglutinar ideas, para motivar y mantener objetivos con la humildad imprescindible para revisar y retomar… sin la presencia de Héctor Colunga nuestro director (de quien soy una fan) no hubiera sido posible alcanzar muchas de las metas que nos hemos propuesto y alcanzado en gran medida. Nunca me cansaré de escuchar, observar y aprender de él y de todo su equipo.
Hay quien piensa que las entidades sociales son espacios tristes, de recogida de infortunios. Eso es que no han entrado en Mar de Niebla. Unas horas allí supone una subida de energía capaz de hacerte salir pensando que si es posible otro mundo y ponerte a la tarea.
Porque ante el desánimo, los equipos dan alternativas.
Porque ante la sensación de soledad, la comunidad cobra el sentido de escudo protector.Todo eso es el gran árbol de nuestra, (vuestra) entidad. Acércate y verás como esa sensación de cosquilleo en tus pies también la sientes . Y cuando te pase, entrarás a formar parte del gran grupo humano que creemos, que trabajamos por hacer de este planeta un lugar común, de cuidados y apoyo. De crecimiento en solidaridad y respeto.
Y eso se empieza desde lo más cercano, desde una mirada amplia y sobre todo, sonriendo.En nuestra web iréis conociendo cada paso de nuestras actividades. Yo me comprometo a compartir aquellas en que participo, las que desde mi tarea de Presi me da tantas alegrías. Porque representar a MDN es una de las tareas más enriquecedoras que os podéis imaginar.Por todo ello. Muchas gracias. Un agradecimiento tan amplió que engloba a tantas personas, entidades, empresas, Gobiernos… que no cabrían en este espacio.